La vida de El Coyote se desarrolla principalmente en California, en la segunda mitad del siglo XIX. Principalmente en la ciudad de Los Ángeles.
Para situarnos en el entorno en el que se desarrolla la trama de El Coyote es bueno repasar la historia de esta ciudad.
Historia de Los Ángeles de California
Antes de la era española
La zona donde se encuentra la ciudad de Los Ángeles, antes de la llegada de los españoles, estaba habitada por más de treinta tribus indias a la que los españoles llamaron con el nombre genérico de indios apaches navajos.
La llamada Alta California es la que actualmente pertenece a los Estados Unidos de América, para diferenciarla de Baja California, hoy perteneciente a México.
La era española
La zona fue poblándose gracias a los Jesuitas que instalaron en ambas Californias sus famosas misiones.
En 1767 el rey Carlos III de España ordena la expulsión de los jesuitas de sus dominios.
Dos años después, el 2 de agosto de 1769, una expedición dirigida por Gaspar de Portolá, al que acompañaba el monje franciscano Juan Crespi, llegó a Alta California con el propósito de expulsar a los Jesuitas de sus misiones y poner en su lugar a monjes Franciscanos.
En agosto de 1771 el franciscano fray Junípero Serra mandó construir la Misión de San Gabriel Arcángel, dentro de lo que es hoy el área metropolitana de Los Ángeles.
Las calles se trazaron en una dirección noreste a sureste y noroeste a sureste, una dirección que aún se conserva en el centro de Los Ángeles.
El pueblo tuvo su propia parroquia y el segundo templo se comenzó a construir en 18 de agosto de 1814 y se finalizó el 8 de diciembre de 1822. El edificio fue reconstruido en 1861.
La plaza antigua del pueblo se conserva hoy como el sitio históricio estatal, La Placita Olvera, aunque muy cambiada de fachada.
Los Ángeles fue una ciudad española hasta 1821, año en que México se independizó de la Corona española y toda California quedó bajo control de la recién creada nación mexicana.
Era mexicana, 1821–1848
Durante las primeras décadas de su historia sólo fue un pueblo de tránsito en el Camino Real de California que conectaba las misiones y los presidios. La ciudad se asienta en una región árida semidesértica y con escasas reservas de agua y separada del resto del continente por desiertos y montañas, lo cual no permitió que crezca rápidamente.
La gran parte de la economía giraba alrededor de la ganadería, y varios ranchos grandes se formaron en esta época.
El gran cambio que llegó con la independencia de México fue la política de privatizar los terrenos de las misiones y abrir el Territorio de Alta California al comercio extranjero marítimo.
De todas formas, la independencia mexicana no afectó mucho a la vida cotidiana en Los Ángeles.
La Guerra de la Intervención estadounidense en México
En 1846 el americano John C. Fremont arrebató Los Ángeles a los mexicanos y dos años después, por el Tratado de Guadalupe Hidalgo, tratado de paz firmado el 2 de febrero de 1848 que puso fin a la guerra México-Estados Unidos, la Alta California pasó a ser definitivamente parte de los Estados Unidos de América.
Incorporación a Estados Unidos
En 1848 se produjo el descubrimiento de oro en el valle de Coloma por James W. Marshall, tras lo cual se desató la fiebre del oro de California siendo la ciudad de Los Ángeles una de las más favorecidas iniciando un periodo de rápido crecimiento.
En 1850 pasó de pueblo a la categoría de ciudad. En ese mismo año California se convirtió en el 31º Estado de los Estados Unidos.
La población había crecido improvisadamente como resultado de la Fiebre del oro de California de 1848, que dio lugar a una migración masiva de inmigrantes estadounidenses, europeos, chinos y sudamericanos a la costa oeste, dentro del fenómeno conocido como la «Conquista del Oeste«.
Este crecimiento transformó a San Francisco en la ciudad principal del Estado y el norte del Estado el centro de la población. Los Ángeles por las próximas décadas continuaría como región de ganadería. En esta época muchos de los terratenientes californianos perdieron sus ranchos. Las tribunales estadounidenses fallaron que los títulos españoles y mexicanos eran mal definidos, lo cual ayudó a que los recién llegados se tomaran posesión legal de estas tierras. Solo al fin del siglo XIX Los Ángeles experimento un crecimiento de población, la mayoría del Medio Oeste y la ciudad fue cobrando cada vez más importancia.
En 1876 llegó a los Ángeles la línea de ferrocarril Southern Pacific y en 1885 la de Santa Fe, lo que propició una aceleración en su prosperidad, a la que contribuyó también el despegue del cultivo de la naranja.
En 1890 comenzó la extracción de petróleo en California.
Los Ángeles a partir del siglo XX
La construcción de represas que lleva el agua de diferentes ríos retirados del núcleo urbano, ocasionó el rápido crecimiento de la ciudad que a comienzos del siglo XX contaba 100.000 habitantes. El establecimiento de la industria cinematográfica en Los Ángeles durante los años 1910 impulsó de manera insospechada el desarrollo de la ciudad, sirviendo de residencia para la élite del espectáculo estadounidense, que se estableció principalmente en el exclusivo sector de Hollywood.
Con la construcción de la Presa Hoover, el suministro abundante de agua se vio garantizado, de esta manera el antiguo desierto se transformó en la ciudad más extendida territorialmente de todo el país, alcanzando una población que supera actualmente los 15 millones de habitantes incluyendo las áreas periféricas.
Su relativa cercanía a la frontera con México ha propiciado una masiva inmigración proveniente de dicho país, hasta el punto de que más de un tercio de la población de la ciudad es de origen mexicano.
La ciudad se encuentra construida sobre la Falla de San Andrés lo que a diario ocasiona temblores de la tierra.
Los Ángeles en la actualidad
Hoy en día la ciudad de Los Ángeles es la más importante de California, por encima de San Francisco.
Es una ciudad extensísima, la segunda mayor aglomeración de Estados Unidos tras Nueva York con más de 17.000.000 de habitantes, que vive principalmente de la industria aeronáutica, el cine y el turismo.
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